Mi habitación, justo antes de que comenzara la fiesta.
El chico de la barba, como yo, es mi compañero francés, Guillaume
Vince, a la izquierda, afina las cuerdas. María, a la derecha, también.
Vince Lennon
"Pepe", de nuevo, en un nuevo alarde des su espectacular fotogenia.
Apo, nervioso, justo antes de que llegue Laura, que cumple años.
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Laura sorprendida, detrás Sara, sí, fijense bien.
Laura agradece.
Julia, francesa y bretona, tiene novio checo. Y se quieren.
Margarita, su película favorita es requiem por un sueño.
"Turrurru"
Mateo, italiano. En los 30 fue camisa negra. En los 60, el primer hippie fascista.
Estela, de Mieres.
Françoise es muy buena persona, además, gran jugador de poker
Helen. Nadie la ha visto aun en un estado deplorable, sin embargo, siempre está borracha. Mide casi 1'80. No está gorda. De verdad. Está en el grupo de las mujeres grandes.
Alex.
François (sin la e)
Fin. Sara, de viaje, en su pais de nunca jamás.
A veces escribir es un asco. Una pulsión fatal entre la humildad y la tiranía. Entre el manso ciudadano anónimo, afónico, que se calla ante cuatro presunciones rumbosas, mentecatas y estúpidas, y el dios torpe, falsamente poderoso, decidido a redimir el mundo y resumirlo en doscientas palabras.
No fui yo quién olvidó atrancar el volcán, ponerle correa al viento o un puente al mar, pero reniego de mi derecho a juzgar a la humanidad. De momento.
1 comentario:
Pued burlarme igual de facil de tu no-fluir literario haciendo "U-UU"
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