miércoles, 30 de julio de 2008

La increible historia de Pepe Historias 01x00

El hocico de un perro que me gustaba

(Previously en Pepe Historias)

Pepe Historias es un hombre que llegó a mi vida hace ya más de un año cargado de polémica. Desde el primer instante demostró que era un personaje controvertido; cosechó defensores y detractores a partes iguales. Su primera aparición se remite al 18 de Mayo de 2007 en mi olvidado fotolog:

Esta es la historia de Pepe Historias, el hombre que recorrió los 317 kilometros del metro de Madrid en un solo día. No me detendré a explicar porque Pepe Historias se molestó en emprender tan absurdo viaje pero podrán ustedes adivinar que las monedas no tintineaban con demasiado entusiasmo en su bolsillo. Pepe Historias solo tenía un Euro, a veces se entretenía pensando que podría vivir con un euro el resto de su vida pero normalmente se equivocaba. Pepe Historias se fue con su moneda de un euro, su gorra de Heineken y su riñonera del Carrefour a la estación que por casualidades de la vida más cerca de su casa se encontraba. Era Santo Domingo, Línea 2, sin correspondencia.

Después de 18 horas ininterrumpidas dando vueltas por Madrid, Pepe Historias se bajó del metro en el andén de enfrente al que se había subido 18 horas antes. Pepe Historias había cumplido el objetivo que se había marcado por la mañana, era un joven satisfecho de si mismo, esa noche sí podría dormir tranquilo.

Desde el principio la gente percibe que Pepe historias es un personaje vacío y sin mucho sentido. Esto es quizá lo que despierte el odio de muchos. Sin embargo, pese a las críticas, el continúa adelante. Es, no hay duda, un guerrero de lo cotidiano. Esto lo vemos en su siguiente historia, del 24 de Mayo:

Pepe Historias medio al trote, medio al galope se dirigía aquella mañana a la oficina de la organización de consumidores y usuarios situada en la avenida de la luz número 12. Los cambios de ritmo eran consecuencia de sus cambios de humor. Si recordaba lo que le empujaba a emprender semejante aventura, sus largas y anárquicas pisadas (cada pie corría hacia donde bien le venia en gana) eran cada vez mas y mas rápidas. Pero cuando más largas y anárquicas eran, cuando los hilos de los que parecía pender este niño marioneta menos hilos y más líos eran, las palabras de su madre, las últimas palabras de su madre le asaltaban, le embestían “procura no correr mucho, hijo, que sudas y ya sabes que a esa gente no le gusta que se sude. Ellos no sudan hijo, son gente muy limpia, no como nosotros, dime que no vas correr hijo, venga hijo, dime que no, dime que no correrás, venga dímelo, por favor te lo pido, solo te pido eso, ¿Me harás caso? ¿Eh, hijo? ¿Me lo harás? Dime que si, venga dilo” Cuando su madre se le aparecía con su delantal salpicado de tomate y sus zapatillas de Mercedes Mercería y sus pastas de gafa de cristal omnipresentemente sucio, cuando todo lo otro seguía ocurriendo, sus saltos y zancadas ondulantes disminuían en favor de un paso mas sereno y coordinado. Durante el camino los obstáculos y aventuras que vivió no fueron pocos. En la calle aserradores, aun a un par de manzanas de su ansiada avenida de la luz, un grupo de limpiadoras y limpiadores de la empresa municipal de limpieza le tendieron una emboscada. Es cierto que Josico llevaba varios días sin ducharse incluso podríamos hablar de varios meses pero a ellos nada les importaba,¡a la mierda! debían limitarse a limpiar la calle y no a sus paseantes. Y no era intención de Pepe Historias ofender a nadie pero lo cierto es que estaba bastante en contra de este tipo de iniciativas. Para Pepe Historias, al que a partir de ahora llamaremos Pepito, la higiene formaba parte del pasado, “vivimos en tiempos de modernidad” decía. “¿No creen que debemos replantearnos el principio rector de la higiene?

Esta historia, horrible y circunstancial desde cualquier punto de vista. Recibió la más dura de las calificaciones de crítica y público. Este es el comienzo del fin de Pepe Historias, su última historia conocida, a partir de ahí solo veremos desesperados intentos de anunciar su vuelta. Todos frustrados. Recojo uno, del verano de 2007, concretamente del 14 de Julio:

Resucitemos a Pepe Historias. En estos momentos de mi vida, se hace necesario contar una batallita de mi querido compañero de batallas. Se que nunca llegará a ser un best-seller, ni siquiera a escribirlo. Le hubiera gustado ser escritor pero se quedó en personaje de novela, ese es el mal que nos sacude a muchos, lamentablemente. Se que algunos, al echar un vistazo a esta brújula con el este mirando al norte, al bitácora sin rumbo que es mi fotolog, verán escrito en grande y con mayúsculas el nombre grandioso y estupendo de PEPE HISTORIAS, muchos extraviarán su atención con cualquier asunto perdido de la mano de dios, se olvidarán de PEPE HISTORIAS, me firmarán con cariño, un besín y a la cama. Otros ni siquiera perderán su tiempo en pensar algo para recordarme que aun estoy en su recuerdo. PEPE HISTORIAS es mi amigo, PEPE HISTORIAS soy yo en mi potencia, vacía tu mente, libérate de las formas…como PEPE HISTORIAS, pon a PEPE HISTORIAS en una botella y será la botella, ponlo en una tetera y será la tetera. PEPE HISTORIAS puede fluir o puede golpear. Be PEPE HISTORIAS, my friend. ...Mañana, el verano de los 18 de Pepe Historias contado por el mismo en persona (no se lo pierdan)

Obviamente nunca se supo nada del verano de los 18 de Pepe Historias. Desapareció igual que vino. Y solo alguna vez, en alguna conversación de café alcoholizada o en una noche de esas en blanco, reaperecen su nombre, aun disfrazado por el de otro, y sus historias, esas sí, repetibles. Este último intento que arriba leemos por resucitar a un personaje es el gesto de autocompasión más burdo, cutre y ridículo que jamás he escrito.


No es más que lo que hace. Vacío y mal hecho, vaga por el mundo sin rumbo. No tiene trama ni drama, no es divertido, no es triste. No lo lean, se lo pido. Mañana volverá y les pido que no lo lean (o solo un poco).

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